Negocio verde en México: El caso de la madera certificada

La degradación del medio ambiente, que anteriormente sólo alarmaba a unos cuantos, es un tema que preocupa a la población en general hoy en día. Gracias a esto, los consumidores exigimos cada vez más productos amigables con el medio ambiente.

Esta gran ola verde ha impactado de manera importante a las grandes corporaciones, que han mejorado su rendimiento y competitividad al incorporar políticas ambientales como parte de su responsabilidad social. Por otro lado, algunas pequeñas y medianas empresas se han desarrollado con el propósito de ofrecer productos y servicios “verdes” a un creciente mercado, que se ha vuelto más selectivo. Sin embargo, este fenómeno es incipiente en nuestro país. Tan sólo en Estados Unidos, 40 por ciento de la población prefiere comprar productos de menor impacto ambiental, y se estima que durante el 2007 el volumen total de ventas de productos orgánicos, sustentables o ecológicos en ese país fue equivalente a 30 mil millones de dólares, cifra que se superará fácilmente este año.

En México hay una infinidad de oportunidades para desarrollar este tipo de industrias, entre las que podemos destacar la industria de la madera certificada, que está cambiando la forma tradicional de explotar las zonas forestales del territorio.

Nuestro país ocupa el octavo lugar a nivel mundial en extensión forestal y el segundo en América Latina, pero, a pesar de contar con este enorme potencial, históricamente su explotación se ha realizado de manera insustentable, de manera que el recurso se ha visto gravemente mermado. Por otro lado, la tala clandestina ha provocado la pérdida de grandes extensiones de bosques en nuestro país.

La certificación forestal consiste enun sistema de monitoreo del bosque, que además da seguimiento a la madera y la etiqueta; en este sistema, la calidad del manejo se valora ambiental, social y económicamente.

El principal certificador de bosques en México es el Consejo de Manejo Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) establecido en 1994 por iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). La certificación forestal promueve el buen manejo forestal, privilegiando tanto los aspectos sociales como la conservación del ambiente y la economía. Este sello verde garantiza a los industriales, a los comerciantes de madera y a los consumidores que el producto ha tenido un manejo forestal legal y responsable, además de servir para controlar la tala ilegal. El negocio de la madera certificada es altamente redituable y es una de las industrias con mayor potencial de crecimiento. A nivel mundial, la demanda de este producto se ha incrementando de una manera muy importante.

Actualmente existen en México más de 30 organizaciones que han obtenido la certificación ambiental, o sello verde, pero la superficie cubierta representa apenas el 2 por ciento de la superficie de los bosques maderables, por lo que aún falta un largo camino por recorrer. En México, los estados de Durango y Oaxaca son los que cuentan con mayor producción de madera certificada con el aval de la FSC. Recientemente, el ejido de Pueblo Nuevo, de la sierra de Durango, recibió la certificación del programa SmartWood, de la organización internacional Alianza para los Bosques (Rainforest Alliance), lo que le permitió entrar al mercado mundial de madera certificada y vender su producto a IKEA, una de las compañías productoras de muebles más grande del mundo.

La transición a mercados de productos y servicios “verdes” será paulatina, aunque como consumidorespodemos acelerar este proceso si hacemos elecciones de compra responsables, considerando solidariamente al medio ambiente y a los demás.

vía: www.uia.mx

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